lunes, 18 de febrero de 2019

Mi regreso a Itaca (cronica de un viaje 3)



Tercera entrega de mi viaje a Atenas , de como fuy y como regrese de la tierra de los dioses Olímpicos.(partes 
1 y 2) La última semana fuy muy estresante, pese a que el vuelo de regreso estaba confirmado , a mi correo no había llegado ni el email de confirmación ni la tarjeta de embarque y yo estaba que de los nervios no podia ni dormir , ni comer tranquilo, por suerte ahí estuvieron mis amigas Harwe y Galena para echarme un cable, (de verdad que si no estuviera siempre rodeado de gente así no se como hubiera llegado vivo a los 28)

prácticamente a última hora conseguí las tarjetas de embarque haciendo una busqueda por Google.
la noche antes estaba muy nervioso, a la vez estaba tan lejos y tan cerca de dar el paso del retorno...
Las maletas hechas, el check in y el poco dinero del que disponía listo, Puse el movil a cargar , morfeo parecía no querer venir esa noche...
y sin embargo el dia llego y con el dia las ultimas despedidas, los abrazos y los buenos deseos, el taxista que me llevó fue muy amable
pero mi mente estaba en otra parte, en los templos que veía pasar, en la tierra bajo el asfalto de la que me despedía no con un adiós sino con un hasta luego, y en la que me esperaba al otro dia del mediterráneo, mi peculiar Itaca que mi recuerdo veía con los ojos de la melancolía donde Hércules guarda las puertas del mediterráneo.
las horas en el aeropuerto parecieron pasar muy lentamente y de buenas a primeras terriblemente rápido.

Llegué a Madrid con el tiempo justo para coger el siguiente vuelo, ya que un retraso del vuelo Atenas-Madrid había consumido casi por completo el tiempo de escala así que no tuve tiempo ni siquiera de tomar un vaso de agua pese a que la sed me tenía la garganta seca y para cuando me di cuenta estaba ya en Sevilla donde tuve que quedarme un dia mas para recuperar mis maletas que se habían quedado en Madrid por un error de Iberia suerte que tengo buenos amigos allí y el techo no me faltó ni la comida tampoco.
al dia siguiente por fin llegue a casa y los reencuentros no pararon en todo el fin de semana primero con la familia y el sábado en la dawnward organizada por los chicos de la orden de Akatosh y sin embargo hasta el domingo no me encontré con quien más anhelaba...
El domingo bajo la Atenta mirada de Heracles encontré a mi peculiar penelope, más cansada pero tambien más sabia pues no se había quedado en Itaka a soportar a estúpidos pretendientes , sino que había recorrido su propio camino y sus propias batallas de regreso hasta mi, habiamos pensado miles de veces lo que nos diriamos pero las palabras cuando nos fundimos en un esperado abrazo que hizo pasar los casi dos años en que no nos habíamos visto en tan solo un instante. 
 Lo cual demuestra que las verdaderas amistades no tienen fecha de caducidad.
Sin mas que decir me despido por ahora con Travesura realizada.

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